jueves, 21 de abril de 2011

Después de la tormenta…

Pues no, no siempre llega la calma. Será el calentamiento global o algo, que los científicos le den una explicación.
Han pasado tres semanas desde la última vez que actualicé, así que tendré que compensarlo con creces.
He oído que la primavera ha llegado a España con todo su esplendor, los pajaritos cantan y los nenúfares dan flor… Aquí, en Jordania, al levantarte no sabes si vas a pasar un día de invierno, o uno de verano; si ponerse las botas y el pañuelo, o si salir en falda y sandalias. Así, eldía empieza ya con emoción e intriga.

El 3 de abril tuvimos la actuación de la obra de Federico García Lorca, “Yerma”, parece que gustó mucho. Otra chica y yo hacíamos de la voz del diablo en la mente de la protagonista, Dunia (Yerma), ¡hay que ver cómo nos maquillaron!

La semana pasada fue de lo más ocupada, y no me puedo quejar, tuvimos de todo. Desde exámenes a diario, hasta observaciones de clases de lengua española a extranjeros (como parte del curso de formación de profesores que recibí en el Instituto Cervantes), pasando por la ceremonia de recepción a los príncipes de Asturias el pasado miércoles 13, sin obviar las clases de árabe en la universidad, y de dialecto jordano en Cervantes.
Sí, habéis oído bien, estuvimos codeándonos con la realeza española en el Hotel Intercontinental. Ya sabéis, cualquier excusa es buena para ponernos guapas y echar unas carreras a ver quién consigue echarse una foto con doña Leticia.
Y sí, con un poco de morro y mucho estrés (quién nos mandará hacer esas cosas), lo conseguimos.


Y bueno, digamos que todo va volviendo a la normalidad. Hoy lo pasamos bien en clase de dialecto haciendo una ensalada libanesa llamada “fattoush” y aprendiendo vocabulario relacionado con la comida (a ver quién no aprende así).


Ingredientes: pepino, tomate, perejil o menta, jugo de limón, sal y azumaque, pan frito.
Elaboración: como todos los platos árabes… ¡no hay más que mezclarlo todo!
Sahtein! (¡Buen provecho!)

viernes, 1 de abril de 2011

A los interesados:

Varias personas me han escrito esta semana preguntándome acerca de los incidentes que tuvieron lugar la semana pasada en Ammán.

El jueves volvía de un curso en el Instituto Cervantes. Eran las 9 y pico de la noche. El Instituto se encuentra en el centro de Ammán, así que cojo siempre taxi al volver (aquí son increíblemente baratos, a unos 0,10€ el kilómetro).

Cuando todavía habían pasado 5min desde que me monté en el taxi, nos encontramos en un atasco que llevaba a la rotonda donde se encuentra el Ministerio de Asuntos Interiores. Ahí, después de llevar 10min parados, empezamos a ver, mi amiga alemana y yo, que se trataba de una manifestación, lo cual nos sorprendió muchísimo porque aquí las manifestaciones suelen hacerse los viernes, después de la oración del mediodía.

Decidimos, junto con el taxista, desviar nuestro camino y coger uno más largo, y consecuentemente más caro, pero más seguro.

Al día siguiente, viernes, empezaron a llegarnos noticias de lo que ocurría en el centro, y Dunia y yo nos quedamos muy impactadas. Más de cien heridos, y un muerto.

El otro día pregunté a una amiga jordana si creía que aquí en Jordania podía pasar lo mismo que en otros países del mundo árabe, y me dijo: “Es imposible que aquí pase algo similar. Es cierto que hay mucha corrupción y por eso la gente se queja, porque ello crea manifestaciones en muchos países y eso se contagia, pero aquí la gente quiere mucho a la familia Hachemita, la familia real de Jordania, y no quieren que eso cambie.”

Supongo que nadie puede garantizar la seguridad en estos países al cien por cien, pero si decidí venir a Jordania y no a Siria o Túnez (países donde el sistema de enseñanza de lengua árabe a extranjeros es muchísimo mejor), fue por su Gobierno no beligerante y su pueblo más abierto y libre en comparación con el resto de países árabes.

“Nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Yo no hice caso a ese proverbio y me he quedado con ganas de visitar Damasco (Siria) y Beirut (Líbano). La embajada española aquí nos ha recomendado no ir a Siria y nos ha informado de que al parecer se están cerrando las fronteras sirias estos días.

Mejor esperemos, a ver en qué resulta esta gran olla de presión que nos tiene a todos en vilo.