Junto con los demás estudiantes españoles del Centro de Idiomas (siete en total: un chico y seis chicas, lo sé, lo sé, qué suertudo) planificamos un viaje en microbús por dentro de Jordania que pasara por: Madaba, el Monte Nebo, Petra, el desierto de Wadi Rum, Aqaba y el Mar Rojo. Así que ya veis, un viaje de 3 días, cortito, pero intenso, variado y completo, visitando desde montes a playas, montañas, desiertos, rocas y cataratas.
Día 1:
Salimos a las 8.30. El microbús llevaba conductor incluido, un conductor palestino de los más salados, de 30 años, y de sonrisa permanente, una de esas personas que crees que no saben lo que es estar triste o ser infeliz.
De Amman, nos llevó en un trayecto de 40min a Madaba, donde el número de cristianos representa un 30% de sus habitantes. Por ello, es conocida por ser la ciudad de Jordania con mayor número de cristianos y por ser la ciudad de los mosaicos. Así es como visitamos la Iglesia Ortodoxa, y unos talleres en donde se creaban los mosaicos.
De Madaba fuimos al Monte Nebo, a sólo 20min. Ese Monte tiene un importante significado en la historia de las religiones, pues es ahí desde donde Moisés contempló la Tierra Prometida y también donde falleció. Fue enterrado ahí mismo pero no se sabe exactamente en qué punto. De ahí recorrimos 5km para llegar a la zona del Bautismo de Jesucristo, a escasos metros de la frontera con Israel. Visitamos también el Río Jordano, a un lado del Río estábamos nosotros, al otro, se encontraba Israel (el río tal vez hacía 4 o
La zona del Bautismo, a pesar de encontrarse a 10min del Monte Nebo, está situada 1200m más abajo, a poco más de 400m por debajo del nivel del mar (al mismo nivel que el Mar Muerto). La temperatura era casi 10º C mayor, llegábamos a los casi
Finalmente nos dirigimos a unas cataratas, los Hammamat Main, muy cerca de la zona del Bautismo (y consecuentemente, a la misma altura). Son unas cataratas muy pequeñas y curiosas: el agua venía de vías subterráneas en una zona de rocas volcánicas y por ello, era agua muy caliente, casi ardiendo, lo que lo convertía más bien en una experiencia de aguas termales y yacuzzi.
Así fue como terminó nuestro día de la forma más relajada imposible, y volvimos a nuestras casas para levantarnos al día siguiente a las 6 e ir a ver otras maravillas de este país que no deja de sorprendernos.
como me hubiera gustado estar con vosotros. esto si que es una aventura de lo agradable. boos
ResponderEliminar